Angel Di María fue el 'hombre de rojo' que le dio al Real Madrid su primer triunfo en el debut de la presente edición de la UEFA Champions League, con un triunfo serio y solvente, ante un Dinamo de Zagreb, al que salvó su arquero Ivan Kelava, notable y atento toda la noche.
De rojo, el Madrid recordó al Bayern Munich. O al Liverpool. Xabi Alonso ganó una Copa de Europa con ese tono en Estambul ante el AC Milan. Pero más allá del color, lo importante como suelen afirmar los veteranos, es el escudo. Eso nunca cambia. Y al escudo y al talento apeló el Madrid en el segundo tiempo.
Di María encarriló la victoria tras el descanso. Tardó 53 minutos en verlo claro el Madrid. Definió una jugada elaborada a la que se asomó Marcelo. El brasileño, con libertad de movimientos, hace mucho daño. Se encuentra ya al nivel de Roberto Carlos, del que heredó el puesto. Del factor sorpresa de Marcelo, saca petróleo a menudo el equipo de José Mourinho. Lástima para el Madrid su expulsión, algo rigurosa, por doble amonestación. La segunda, por simular una caída dentro del área. Lo cierto es que Marcelo estuvo en todas. Y vio la roja, el color de la noche.


Desde ese momento, el Madrid jugó sin presión. Al contragolpe y con vértigo es donde se encuentra a sus anchas el Madrid, especialmente fuera de casa.

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